“Los
errores corrientes de conducción y el comportamiento común de los peatones no
deberían ocasionar traumatismos graves ni defunciones – los sistemas de
tránsito deberían ayudar a los usuarios a enfrentar airosamente situaciones
cada vez más difíciles”[1].
Dentro de las dinámicas globales, uno de los
escenarios más importantes para el desarrollo de las ciudades es la Movilidad. Los sistemas viales son
parte fundamental en la estructura de los centros urbanos, de su eficiencia
dependen en gran medida las actividades laborales, sociales, económicas y
familiares de los Ciudadanos. Un sistema vial ineficiente le pasa factura a
todos los ciudadanos de manera individual con la perdida de vidas, tiempo,
dinero, competitividad y calidad de vida. La falta de innovación e
implementación de tecnologías verdes que propendan por una reducción en los
niveles de contaminación consolida la destrucción del medio ambiente, la
naturaleza finalmente nos pasará la factura de manera colectiva a nosotros y a
las futuras generaciones. Por el contrario, un sistema eficiente permite ahorrar
tiempo en los desplazamientos, ofrece transporte seguro, brinda comodidad, economía,
rutas pertinentes, continuas e invita a hacer uso de diferentes modos de
transporte, como la Bicicleta.
La movilidad es uno de los Doce Escenarios en los cuales debemos Ejercer Ciudadanía de manera
responsable, actuar con desdén o indolencia implica desconocer que “De todos
los sistemas con los que las personas han de enfrentarse cada día, los del
tránsito son los más complejos y peligrosos. Se estima que, cada año, en el
mundo mueren 1,2 millones de personas por causa de choques en la vía pública y
hasta 50 millones resultan heridas”[2].
Situación que se agrava mas si tenemos en cuenta que este problema se presenta
principalmente en los países sub desarrollados, “El 90% de las defunciones por
accidentes de tránsito tienen lugar en los países de ingresos bajos y medianos,
donde se halla menos de la mitad de los vehículos matriculados en todo el
mundo”[3].
La toma de decisiones administrativas de carácter
técnico y estructural son determinantes para avanzar en la construcción de un
mejor Sistema Vial, sin embargo, la cimentación de una Cultura Vial que respete
la vida y promueva el desarrollo económico y humano no depende únicamente de
asignaciones presupuestales e implementación de normatividad, se necesita
responsabilidad y compromiso por parte de los ciudadanos y de las empresas para
poder hacer un uso adecuado de las vías, consolidar relaciones de profundo respeto
por los demás, haciendo un uso responsable de la infraestructura vial con el
propósito de cuidar nuestro entorno y proteger la integridad de todos y cada
uno de nuestros conciudadanos, al igual que la de los animales con los cuales
compartimos la ciudad.
El desafío de construir ciudades con sistemas de
movilidad eficientes y protectores de la vida es un reto que crece día a día a
nivel mundial. El crecimiento del parque automotor, la falta de cumplimiento de normas de
conducción, la infraestructura vial en mal estado, la no observación de Normas Tecnicomecanicas
y la falta de eficiencia de los sistemas de transporte, son algunos de los
elementos en los cuales nos debemos centrar para poder avanzar en la
construcción de una mejor Bogotá, es momento de recuperar y consolidar algunos
de los logros del pasado, es momento de volver a ser la ciudad que alguna vez la
Organización Mundial de la Salud describió de la siguiente manera:
“Bogotá, la capital de Colombia, tiene siete millones
de habitantes y es un ejemplo excelente de gestión de la seguridad vial. Las
autoridades nacionales y locales, las universidades y los ciudadanos colaboran
en ella y han logrado resultados espectaculares”[4].
Aunque muchas de las soluciones para nuestros
problemas pasan por mejoras tecnológicas, de infraestructura y la
implementación de sistemas de información, nada de esto servirá si no
trabajamos por una cualificación del elemento más importante y la razón de ser
de las Sociedades: El Ser Humano. Recordemos que las ciudades no van a cambiar
si no lo hacen los individuos, "El comportamiento de una ciudad tiene que
ver con el comportamiento de los ciudadanos. A menos que los sistemas puedan
convertirse en el tejido de la vida, nada va a cambiar"[5].
Los invitamos a leer los artículos del Ciclo de Movilidad realizado por la Fundación Bogotá Mía.
¡Juntos
podemos construir una mejor Bogotá!
[1] “Informe mundial sobre
prevención de los traumatismos causados por el tránsito”, Organización Mundial
de la Salud, Ginebra, 2004, Fundamentos, Pág. 3.
[3] “Plan Mundial para el Decenio
de Acción para la Seguridad Vial 2011–2020”, Naciones Unidas, Pág. 3.
[4] “Informe mundial sobre
prevención de los traumatismos causados por el tránsito”, Organización Mundial
de la Salud, Ginebra, 2004, Fundamentos, Pág. 6.
[5] “¿Cómo serán las ciudades del
futuro?”, En: Semana.com, Febrero 18 de
2013, Disponible en: http://www.semana.com/vida-moderna/articulo/como-seran-ciudades-del-futuro/333875-3